Pilar básico de la sostenibilidad
La gobernanza se puede definir como el sistema a través del cual una organización es dirigida, se le realiza un seguimiento y rinde cuentas por la consecución de su misión y objetivos. Aunque no es fácil resumir cuáles son los pilares básicos de una buena gobernanza, los principales retos que se deberían considerar son:
- Definir el propósito o la razón de ser de la organización; es decir, cuál es la propuesta de valor, a qué necesidades de los clientes está dando respuesta y como se diferencia del resto de competidores.
- Liderar la organización con un comportamiento ético, responsable, visible y competente, que sirva de ejemplo y modelo para todo el personal.
- Involucrar a los grupos de interés, estableciendo los canales de comunicación oportunos para identificar y dar respuesta a las necesidades y requisitos de todos los colectivos que están relacionados con la organización y que pueden ser afectados por sus decisiones (clientes, proveedores, empleados, la comunidad local, etc.).
- Elaborar una estrategia de negocio que ayude a cumplir con el propósito de la organización y de respuesta a los requisitos de los grupos de interés. La estrategia debería concretar objetivos y metas a medio y largo plazo y asignar los recursos necesarios.
- Realizar un seguimiento periódico del grado de cumplimiento de la estrategia.
- Tomar decisiones a partir de información creíble y datos fiables, no en base a indicios o creencias.
- Rendir cuentas a los grupos de interés, informando y comunicando sobre los resultados conseguidos, tanto a nivel financiero como no financiero (sostenibilidad).
- Cumplir con la legislación aplicable y con todas las normas voluntarias que defina la organización, lo que se conoce como cumplimiento normativo o compliance.
- Actuar de forma socialmente responsable, más allá del marco normativo aplicable. Esto se consigue si las decisiones se toman de forma transparente y actuando en línea con lo que esperan de ella sus grupos de interés y la sociedad, en general.
- Gestionar el riesgo, reduciendo la incertidumbre sobre la organización. Para ello, se deben identificar situaciones o conductas que podrían poner en peligro a la organización, evaluar el riesgo asociado y definir las correspondientes acciones para mitigarlos o eliminarlos.
- Asegurar que la organización es viable en el tiempo, contribuyendo al desarrollo sostenible sin comprometer la capacidad de las generaciones actuales y futuras para satisfacer sus necesidades. Así, es básico minimizar los impactos negativos y potenciar los efectos positivos generados sobre el medio ambiente y las personas.
Los beneficios de aplicar todos estos principios y conductas son evidentes:
- Gestión más eficaz y responsable de los recursos disponibles
- Mejor resiliencia y desempeño, al aprovechar las oportunidades del contexto en la que opera
- Mejora de la eficacia en la toma de decisiones
- Atracción y retención del talento, ya que las personas se sienten más atraídas por organizaciones que demuestran buenas prácticas de gobernanza
- Incremento de la confianza de inversores y acreedores
- Mejora de la reputación e imagen pública
Cada vez son más las organizaciones que requieren nuestro soporte en temas de gobernanza como la mejora de la composición de sus órganos de gobierno, la definición de planes estratégicos de sostenibilidad, la implantación de modelos de compliance, la identificación y gestión de sus riesgos de negocio, el reporting de resultados en memorias o informes de sostenibilidad, etc.
Garantizar un buen gobierno corporativo es el máximo reto del órgano de gobierno de una organización (sea Consejo de Administración, administrador único, Consejo Rector, Patronato, etc.). No hay duda de que sólo aquellas organizaciones que impulsen buenas prácticas lograrán un desempeño eficaz, una administración responsable y un comportamiento ético, todos ellos aspectos clave en la sostenibilidad de las organizaciones.