02 ME

La huella de carbono de producto como herramienta para la descarbonización

Marc Quintana 28 feb 2025

En el contexto actual de cambio climático, la cuantificación de la huella de carbono de los productos se ha convertido en una herramienta clave para la gestión ambiental corporativa

Un estudio reciente de la Agencia Europea de Medio Ambiente señala que aproximadamente el 80 % del impacto ambiental de los productos proviene de su fase de producción y uso. Esto ha impulsado a grandes empresas a implementar estrategias de reducción de emisiones basadas en análisis de ciclo de vida y certificaciones de huella de carbono. La norma ISO 14067, junto con las Reglas de Categoría de Producto (PCR), las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP) y la norma PAS 2050, proporciona un marco estructurado para evaluar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a lo largo del ciclo de vida de los productos.

El Análisis de Ciclo de Vida (ACV): Una imagen del impacto ambiental del producto

El Análisis de Ciclo de Vida (ACV) es la metodología central para evaluar el impacto ambiental de un producto. En él se calculan más de 10 categorías de impacto ambientales que nos permiten identificar y cuantificar los impactos ambientales en cada fase del ciclo de vida del producto, desde la extracción de materias primas hasta su disposición final. Cada una de estas categorías (Potencial de Calentamiento Global, eutrofización del agua, potencial de acidificación, formación de ozono atmosférico, entre otros) presenta un marco normativo y diferentes estándares para su cálculo y reporte.

El ACV se compone de cuatro etapas clave: definición del objetivo y alcance, recopilación de datos del inventario del ciclo de vida, evaluación del impacto y la interpretación de los resultados. 

Ecog feb

Uno de los parámetros estudiados son las emisiones de GEI, o el Potencial de Calentamiento Global (GWP en sus siglas en inglés) que se generan en el ciclo de vida del producto, por lo que un ACV bien realizado no solo permite estimar con precisión la huella de carbono, sino que también proporciona información clave para la optimización de procesos y la reducción de emisiones en toda la cadena de valor.

Por tanto, para calcular la huella de carbono de producto, encontramos diferentes estándares y normas que nos ayudan a establecer los límites de nuestro estudio, así como la unidad funcional que necesitamos para poder comparar nuestro producto con otros presentes en el mercado.

La norma PAS 2050, desarrollada por el British Standards Institution (BSI), fue una de las primeras metodologías diseñadas para evaluar la huella de carbono de productos y servicios. Aunque la ISO 14067 ha ganado mayor relevancia en los últimos años, la PAS 2050 sigue siendo una referencia importante, especialmente para organizaciones que buscan una aproximación flexible y accesible a la cuantificación de GEI.

La norma ISO 14067 establece principios y directrices para la cuantificación de la huella de carbono de productos, basándose en la metodología de Análisis de Ciclo de Vida (ACV) descrita anteriormente. Su objetivo es proporcionar una evaluación científica y estandarizada del impacto climático de los productos, asegurando consistencia y credibilidad en los cálculos.

Uno de los aspectos clave de la ISO 14067 es la necesidad de transparencia en la recopilación y procesamiento de datos. Un ejemplo de su implementación es el uso de bases de datos públicas y herramientas de trazabilidad, como la Base de Datos Europea de Huella Ambiental de Productos, que permiten a las empresas documentar y compartir información sobre sus emisiones de manera estandarizada. La norma también recomienda la verificación externa de los resultados, lo que permite generar información confiable para consumidores, reguladores y otras partes interesadas.

Si bien estas normas nos entregan un marco donde operar y reportar, no nos dan las herramientas para poder comparar nuestra información. Para ello necesitamos trabajar con las Reglas de Categoría de Producto (PCR)

Estas reglas sectoriales establecen los límites del sistema, las fuentes de datos aceptables y los enfoques metodológicos específicos para diferentes tipos de productos.

Las PCR son esenciales para evitar discrepancias en la interpretación de los resultados y facilitar la comparación entre productos equivalentes. Organizaciones como EPD International y otras entidades reguladoras desarrollan y actualizan continuamente estas reglas para adaptarse a los avances científicos y tecnológicos.

Conclusión

La cuantificación y comunicación de la huella de carbono de los productos es un elemento esencial en la estrategia de sostenibilidad de las empresas. Normas como la ISO 14067 y PAS 2050, bajo el paraguas de las PCR, permiten una medición estructurada y transparente del impacto ambiental, facilitando la toma de decisiones basada en datos y asegurando el cumplimiento normativo.

¿Tienes alguna pregunta?
Baker Tilly en el mundo
$5,62 bn
ingresos mundiales
143
territorios
698
oficinas
43.515
Profesionales

Publicaciones

Artículo
Andrew Thurston, Baker Tilly Irlanda • 5 mar 2025
Artículo Fiscal y Legal
Teresa Martín • 3 mar 2025
Artículo Sostenibilidad (ESG)
Marc Quintana • 28 feb 2025
Artículo Sostenibilidad (ESG)
Cristina Gascón • 28 feb 2025
Artículo Sostenibilidad (ESG)
Jordi Martínez • 28 feb 2025
Artículo Laboral
Baker Tilly • 11 feb 2025
Artículo People Innovation
Álvaro Marfany • 4 feb 2025
Eventos Fiscal y Legal
Baker Tilly • 30 ene 2025
Artículo Auditoría
Noelia Acosta • 29 ene 2025
Artículo Fundaciones y Entidades sin ánimo de lucro
Sergi Pina • 28 ene 2025
Newsletter de Baker Tilly
Conoce las últimas novedades que pueden afectar a tu empresa
Suscríbete