La AEAT persigue las facturas falsas con Inteligencia artificial

La lucha contra el fraude fiscal en el ámbito de la facturación irregular creada con Inteligencia Artificial (IA) es uno de los objetivos de la Agencia Tributaria para 2021-2022.

La finalidad es la detección de emisores de “facturas falsas o irregulares” – facturas que no se corresponden con trabajos realmente realizados o con bienes efectivamente entregados –.

Y es que históricamente ha habido contribuyentes que han recurrido a estas facturas irregulares para simular gastos y reducir el importe de IVA a abonar o la cuota por Impuesto sobre Sociedades, pero también para justificar artificialmente subvenciones o mejorar “la imagen” ante las entidades financieras, por poner algunos ejemplos.

El proyecto desarrollado, utiliza herramientas de inteligencia artificial para generar modelos predictivos que faciliten la detección de emisores y receptores de facturas irregulares – a estos efectos, y sobre casos reales detectados en el pasado, la herramienta informática genera modelos para predecir la probabilidad de fraude en nuevos casos similares –.

Se ha comprobado que las empresas que cometen este tipo de fraudes se agrupan en una serie de perfiles con algunas características comunes, por lo que es posible generar modelos con una capacidad de acierto alta. Los modelos predictivos son algo vivo, que continuamente hay que recalcular con los resultados de los nuevos casos, por lo que este modelo de facturación irregular es una primera versión que periódicamente se modificará para mejorarlo.

Los objetivos principales del proyecto son:

• Reforzar la detección de fraude y luchar contra la competencia desleal de las empresas incumplidoras con respecto a las cumplidoras.
• Mejorar la eficiencia en el control, al ayudar a enfocar la actividad en los expedientes con mayor riesgo fiscal.

Este proyecto fue desarrollado durante el ejercicio 2020 y ya en 2021 se están poniendo los resultados a disposición del Área de Inspección para sus actuaciones de investigación y control.

Este tipo de control no es nuevo, y ya en el pasado hemos recibido requerimientos dirigidos a clientes a los que, pese a no haber actuado incorrectamente, se les mandaban liquidaciones paralelas directamente eliminando, de sus autoliquidaciones presentadas, determinadas facturas por considerarse falsas… deberemos ver si con estas herramientas estas actuaciones se extienden o “generalizan”.

Es por ello que, tanto por los inconvenientes que nos puede suponer “luchar” por demostrar que unas facturas son reales, como por el debido control que el compliance penal nos “exige” en nuestro funcionamiento diario, que deberemos poner más atención si cabe en la selección de nuestros proveedores.