El Banco Central Europeo aprobaba un cambio histórico en su objetivo de tener más flexibilidad frente a la crisis, elevando la meta al 2% a medio plazo.

El pasado, 22 de julio de 2021, la institución certificó que la era de los tipos de interés bajos será más larga de lo previsto, sin descartar que se lleguen a situar en terreno negativo.

El BCE mantuvo sin cambios los tipos de interés, pero se comprometió a mantenerlos a niveles históricamente bajos durante un mayor tiempo, para ayudar a que la inflación de la zona euro vuelva al objetivo del 2%.

El Consejo del Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE continúen sus niveles actuales o en niveles inferiores hasta que se observe que la inflación se sitúa en el 2%, bastante antes del final de su horizonte y se considere que el progreso realizado de la inflación subyacente está suficientemente avanzado por ser compatible con una estabilización de la inflación en el 2% a medio plazo. Con ello el Banco de España, ratifica que no elevaría los tipos aunque la inflación supere el 2% de forma puntual y deja entrever que la subida de tipos se producirá más tarde de lo previsto.

La presidenta Lagarde asegura que esperan que la inflación siga en aumento en los próximos meses, el dato de junio fue del 1,9% para disminuir a principios del 2022 y situarse en el 1,4% en 2023.

El programa de compras de deuda de emergencia pandémica (PEPP) funcionará hasta finales de marzo de 2022.

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