La Unión Europea (UE) publicó hace unos meses una nueva Directiva (CSRD) que obligará a muchas organizaciones a elaborar informes de sostenibilidad y que tendrá impacto sobre todas las empresas.
¿Qué es la CSRD y qué se pretende?
CSRD es el acrónimo de Corporate Sustainability Reporting Directive, la nueva Directiva que la Unión Europea (UE) publicó a finales de 2022 y que obligará a muchas compañías a elaborar y publicar una memoria de sostenibilidad.
CSRD modifica la Directiva NFRD sobre divulgación de información no financiera y tiene como objetivo aumentar la transparencia y la comparabilidad en la información sobre el desempeño ambiental, social y de gobernanza (ESG) de las organizaciones. De esta manera se pretende ayudar a los inversores y otros grupos de interés a tomar decisiones más informadas y sostenibles.
En los próximos meses, los estados miembros de la UE (como es el caso de España) deben trasponer la Directiva a su marco legislativo.
¿A quién aplica la CSRD?
La Directiva es de cumplimiento obligado para las siguientes organizaciones de la UE:
- Entidades de interés público: en este grupo se incluyen las empresas cotizadas, bancos, compañías de seguros y otras empresas concretas, siempre y cuando cuenten con más de 500 personas trabajadoras.
- Grandes empresas: aquellas que cumplen dos de los tres criterios que se mencionan a continuación: más de 250 personas trabajadoras, más de 20 M€ en el balance, un volumen neto de negocio superior a 40 M€.
- Empresas matrices que consoliden, siempre y cuando cumplan los criterios exigidos a las grandes empresas (ver punto anterior).
- Pymes cotizadas, excluyendo las microempresas cotizadas.
- Empresas que no sean de la UE, siempre que hayan generado un volumen neto de negocio en la UE superior a 150 M€ en los dos últimos ejercicios consecutivos y que tengan una filial en la UE o bien una sucursal con un volumen de negocio superior a 40 M€.
- Otras empresas específicas, como entidades financieras no complejas, empresas de seguro y reaseguro, etc.
Se prevé que alrededor de 50,000 empresas en la UE se verán afectadas por la presentación obligatoria de informes de sostenibilidad.
Mi empresa ya está obligada a elaborar un Informe no Financiero. ¿En qué te afecta la CSRD?
En España está en vigor la Ley 11/2018 (trasposición de la Directiva NFRD), que obliga desde el año 2019 a aquellas organizaciones con más de 250 personas trabajadoras a elaborar y publicar un informe no financiero. Este documento debe ser aprobado por el órgano de gobierno de la sociedad, junto con las cuentas anuales, para su depósito en el Registro Mercantil.
Todas las organizaciones que ya cumplan con la Ley 11/2018 deberán adaptarse a la CSRD y modificar la estructura de su informe o memoria de sostenibilidad a partir del año 2026 (con los datos de 2025). La Directiva plantea un contenido muy ambicioso de la memoria por lo que deberán modificar sus procesos internos para recopilar y comunicar toda la nueva información requerida.
Mi empresa es una pyme, por lo tanto, no me aplica la CSRD ¿es correcto?
Si tu organización está por debajo de 250 personas trabajadoras y no cotiza en los mercados de valores, no estará obligada a elaborar una memoria de sostenibilidad. Ahora bien, las empresas que sí tienen esta obligación requerirán que sus proveedores les faciliten información para poder elaborar su memoria de sostenibilidad, ya que la Directiva obliga a reportar los impactos sociales y ambientales generados a lo largo de todo el ciclo de vida. Por lo tanto, es previsible que las grandes compañías comiencen a solicitar datos clave a sus proveedores (huella de carbono, programa de compliance, residuos generados, brecha salarial, etc.). En este contexto, pues, las pymes deben ir preparándose para recopilar y facilitar esta información.
Si tu organización es una pyme cotizada, estará obligada a elaborar su primera memoria de sostenibilidad según CSRD en el año 2027, con los datos de 2026, aunque la Directiva permite retrasarlo hasta el año 2028.
Conclusión
La CSRD no solo es una obligación legal que afectará a muchas organizaciones, sino que es una oportunidad para que las empresas mejoren su desempeño ESG, creen valor a largo plazo y lideren la transición hacia una economía más sostenible y responsable con el medio ambiente y la sociedad.